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¿Cómo valorar si mi fondo de inversión está comportándose bien o no?

BBVA AM España

15 de enero de 2020

Son muchas las dudas que asaltan al inversor en lo referente al mundo del ahorro y la inversión hoy en día. Soluciones tales como los fondos de inversión pueden generar muchas dudas, incluso en un entorno en que cada vez se contratan más: ¿Cómo funciona un fondo de inversión? ¿Cómo entender los conceptos que hay detrás de esta solución de inversión?

Cuando hablamos de un fondo de inversión, hay una serie de variables que nos indican cómo está evolucionando nuestra inversión, y que cualquier inversor puede conocer a través del documento “ficha del fondo”:

  • Rentabilidad. Es como se mide cuánto se ha revalorizado un fondo de inversión, es decir, el valor que indica al inversor si está obteniendo beneficio o pérdida sobre el  capital que ha invertido en él. Esta variable va asociada siempre a un período de tiempo determinado (que podría ser un mes, un trimestre, un año o desde el inicio del fondo, etc)

  • Volatilidad. Nos indica en qué medida cambia el valor del fondo, es decir, cómo fluctúa su valor liquidativo (recordemos que el valor liquidativo es el precio de cada una de las participaciones que conforman el capital total del mismo). Una volatilidad más elevada se traducirá en un mayor riesgo asumido, debido a que el valor de estas participaciones puede oscilar de manera brusca con respecto a su valor medio.

  • Correlación. Nos muestra el grado de relación que existe entre dos o más activos, esto es, hasta qué punto su comportamiento puede ser similar. Su valor oscila entre -1 y 1, de forma que los valores próximos a -1 indican correlación negativa (los activos están inversamente relacionados y actúan de forma contraria) mientras que los próximos a 1 indican correlación positiva (los activos están directamente relacionados y evolucionan de manera idéntica). Los activos con correlación 0 son independientes los unos de los otros, y su evolución es aleatoria con respecto al resto.

  • Beta. Permite saber hasta qué punto un activo (o un fondo, en este caso concreto) tiene relación con el mercado o índice de referencia que siga (por ejemplo, con el índice español IBEX-35, el europeo Eurostoxx-50, el londinense FTSE-100, etc.). En este caso, el valor de beta puede ser próximo a 0 (lo que implica que pese a seguir la evolución del índice, el fondo aporta menor rentabilidad), próximo a 1 (en cuyo caso el fondo se mueve prácticamente en línea con el mercado) o mayor que 1 (ante lo cual veremos como el fondo aporta mayor rentabilidad que la ofrecida por el índice).

  • Alpha. Es, literalmente, la parte de la rentabilidad total obtenida por el fondo que no recoge la beta. Dicho de otro modo, es el factor extra que aporta el gestor. Este efecto puede ser positivo (si, en suma con la beta, el valor supera la rentabilidad del índice de referencia) o negativo (si ocurre lo contrario). Se mide en porcentaje (%).

  • Ratio de Sharpe. Es la herramienta más utilizada para evaluar la evolución de un fondo. Mide la diferencia entre la rentabilidad obtenida por el fondo y la rentabilidad de una tasa libre de riesgo por cada unidad de riesgo al que se expone dicho fondo. 

  • Tracking Error. Mide la cantidad de riesgo que el gestor asume con respecto al índice que utiliza como referencia, es decir, en qué medida se desvía su evolución de la de dicho índice. Se mide en porcentaje y generalmente indica gestión pasiva, si está por debajo del 5%, o activa, si está por encima del 5% (entre un 5% y un 10%).  

  • Ratio de Información. Es la cifra que mide el extra de rentabilidad que aporta el fondo sobre el índice que utiliza como referencia, teniendo en cuenta el riesgo asumido. Dicho de otra forma, es la diferencia entre rentabilidades (la del fondo menos la media del índice) dividida por el Tracking Error.

Con todos los datos anteriores, puede realizarse una lectura más avanzada acerca de la evolución de un fondo de inversión, de cara a la toma de decisiones por parte del inversor no especializado.

En cualquier caso, es preciso recordar al lector que la inversión en fondos aconseja permanecer un tiempo, como mínimo, igual al horizonte temporal recomendado en cada fondo. Por ejemplo, un fondo de renta variable, con horizonte recomendado de 3 años, no debería venderse antes de este periodo, ya que es el tiempo que tarda en fructificar la inversión en los activos que comprende dicho fondo.

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Rentabilidades pasadas no garantizan rendimientos futuros.
Como en cualquier otro producto de inversión, invertir en fondos y/o planes de pensiones implica asumir un determinado nivel de riesgo. Cada fondo/plan de pensiones, en función de sus características específicas y de los activos en los que invierte, implica un nivel de riesgo y, en todo caso, la posibilidad de incurrir en pérdidas sobre el capital invertido. Puedes consultar los riesgos específicos de cada vehículo en el folleto disponible en www.bbvaassetmanagement.com

La lectura de este artículo, junto con Qué es un fondo de inversión y Pasos para comprar por primera vez un fondo de inversión, será válido por 1 hora de formación continua para la recertificación EIA, EIP, EFA, EFP, CFA y CAd. Puedes encontrar el test en la página de EFPA España y en la página de CFA Society Spain