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Por qué invertir pensando en tu salud

BBVA AM España

22 de febrero de 2021

La salud es un tesoro. Pero tendemos a pensar que no nos va a faltar y evitamos planificar financieramente en torno a ella

Generalmente, no solemos dar importancia a determinadas “amenazas” hasta que acaecen. Un ejemplo frecuente es que desconocemos la importancia de invertir en beneficio de nuestra salud y cuidados hasta que llegan determinadas circunstancias que pueden desequilibrar nuestras finanzas.

Nuestros proyectos de ahorro e inversión están orientados a determinados objetivos: compra de una vivienda, estudios de los hijos o planificación de la jubilación. Objetivos sin duda importantes, especialmente el último, pues se centra en asegurar tranquilidad para una etapa especialmente vulnerable de la vida de una persona. Sin embargo, es menos frecuente entre los objetivos de inversión de los españoles encontrar partidas destinadas al ámbito de la salud. Es cierto que España cuenta con un sistema sanitario gratuito y universal que además se encuentra entre los más destacados del mundo. Sin embargo, esto no es excusa para que comiences a invertir pensando en tu salud, con el foco puesto especialmente en dos puntos:

Fallecimiento e incapacidad

Las situaciones de incapacidad permanente de un trabajador pueden generar verdaderos problemas financieros. Dependiendo del grado de incapacidad, pueden hacer imposible el desarrollo de una actividad laboral y, aunque la Seguridad Social cubre esta contingencia para sus afiliados, las pensiones de incapacidad son frecuentemente insuficientes para hacer frente a esta nueva situación, que pueden requerir de fuertes gastos en cuidados periódicos o reacondicionamiento de la vivienda. La pensión de incapacidad permanente total asciende al 55% de la base reguladora del trabajador (75% desde los 55 años) y la de incapacidad permanente absoluta al 100% de dicha base. En números, la pensión de incapacidad permanente en España en 2021 se sitúa entre 660 y 858 euros mensuales, en función de si se tiene cónyuge y si este está o no a cargo.  En cualquier caso, una cuantía que dista mucho de cubrir las necesidades de muchos trabajadores incapacitados.

La contingencia de fallecimiento traslada la vulnerabilidad a la familia, especialmente si el fallecido es el principal proveedor de ingresos del hogar. La pensión de viudedad asciende al 52% de la base reguladora del causante (el 70% en caso de que el beneficiario tenga cargas familiares y acredite determinada carencia de ingresos). La pensión de viudedad en 2021 en España va desde 517 hasta 804 euros mensuales, según la edad y las cargas familiares.

Con estos datos, cabe reflexionar sobre la importancia de cubrir estas contingencias a través de productos como seguros de fallecimiento e incapacidad que, a través de una pequeña inversión mensual, puede ayudar a sortear dificultades derivadas de estos acontecimientos no deseados.

Dependencia

Cada vez vivimos más años, y esto es sin duda una buena noticia. La esperanza de vida a mediados de este siglo podría rondar los 90 años y seguramente no pase mucho tiempo más hasta que seamos centenarios. Esto, sin embargo, lleva un coste aparejado: aumentarán las situaciones de dependencia que, tenderán a acaecer más tarde dado que el envejecimiento también se retrasa: una persona de 70 años de hoy seguramente tenga igual condición de salud que una de 80 del mañana.

La dependencia es también un reto para los sistemas de bienestar. Son situaciones que requieren muchos recursos y que frecuentemente exigen a los afectados y a sus familias realizar importantes esfuerzos económicos incluso siendo beneficiarios de prestaciones públicas. Una de cada tres personas dependientes no recibe ninguna prestación o servicio, según un informe reciente de la Asociación de Directores y Gerentes de servicios sociales.

Según los datos ofrecidos por EpData de octubre de 2020, en España hay 1.349.789 personas dependientes, de las cuales, 233.228 no reciben ningún tipo de prestación.

La dependencia es también una contingencia que hay que tener en cuenta en la planificación financiera. Ésta debe estar enfocada a poder disponer en la jubilación de rentas con las que complementar la pensión pública pero también permitir conservar un capital por si avanzada la jubilación acaece una situación de dependencia.

Los instrumentos financieros van incorporando en sus planteamientos la contingencia de dependencia. Así, los planes de pensiones contemplan esta situación como una de las que permite su rescate, en el momento que se reconozca al partícipe una situación de gran dependencia o dependencia severa. Por otro lado, existen seguros colectivos, que pueden incluir la cobertura de dependencia, y seguros específicos que cubren situaciones de dependencia.

Planes de pensiones y seguros privados de dependencia están, además, fiscalmente incentivados, permitiendo reducir la base imponible de IRPF en hasta 8.000 euros anuales. Existe una desgravación adicional de 5.000 euros anuales para las primas a seguros colectivos de dependencia satisfechas por la empresa.

Conoce herramientas para planificar la dependencia, como Planes de Pensiones y Seguros.

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