Qué utilidad podría tener el metaverso en la educación financiera de los jóvenes

El Metaverso es un mundo virtual al que nos conectaremos utilizando una serie de dispositivos electrónicos, que nos harán creer que realmente estamos dentro de él, interactuando con todos sus elementos.

Nos teletransportaremos a un mundo “no real” a través de unas gafas de realidad virtual y otros complementos que nos permitirán interactuar con ese mundo.

Los mundos virtuales no son algo nuevo, especialmente en el sector de los videojuegos. Creándote un avatar (personaje ficticio que te representa), te adentras en ese mundo a vivir aventuras a través de tu dispositivo electrónico. Sin embargo, el metaverso no busca ser un mundo de fantasía, sino una especie de realidad alternativa en la que podremos hacer las mismas cosas que hacemos hoy en día fuera de casa, pero sin movernos de ella.

Las grandes compañías tecnológicas, como Meta (Facebook, Instagram), Google y Microsoft están apostando e invirtiendo para, en un futuro próximo, prestar el servicio de acceso a un Metaverso y, una vez dentro, ofrecer servicios dentro de ese Metaverso. Algunas de ellas basando su modelo de negocio futuro en ello. La importancia que le dan al Metaverso esos gigantes tecnológicos ha quedado demostrada con el hecho de que Facebook cambió recientemente el nombre de su compañía por el de Meta.

Un metaverso en educación financiera: para los jóvenes y los no tan jóvenes

El uso del metaverso podría ser idóneo no solo para jugar o vivir experiencias (por ejemplo, viajes virtuales a Nueva York o al Caribe, cenar en el ya cerrado Bulli, jugar como delantero en un derbi Real Madrid-FC Barcelona, o rodar en el pelotón del Tour de Francia), sino para aprender, de una manera amena. Por ejemplo, en materia de educación financiera, planificación personal, administración de la economía personal, etc. Independientemente de la edad: para jóvenes y también para aquellos con más años, pero “jóvenes de espíritu”.

A través de un espacio virtual se puede facilitar y ayudar, a adolescentes, jóvenes, y  a personas de cualquier edad, a familiarizarse en cuestiones relacionadas con el ahorro y la inversión, la jubilación, las pensiones o el ahorro para la jubilación. Por ejemplo, creando el avatar propio y haciendo combinar la participación en un juego, que implique directa o indirectamente aprendizajes (formación práctica), con otros contenidos y formatos más tradicionales como post, guías, videos, reels, infografías, etc.

Ejemplos (“virtuales” todavía)

Los juegos que buscasen educar financieramente, con distintos niveles de conocimiento objetivo, podrían consistir en que el joven que entra en el Metaverso juegue a:

• Gestionar un negocio: tener que administrar una empresa (ser su CEO o director). Para futuros directores de empresa.

• Tener que gestionar en ese mundo virtual un fondo de inversión, obteniendo mejores o peores resultados en función de decisiones tomadas y de los factores externos que el juego simule (recesiones, inflación, volatilidades…). Para futuros gestores de activos o inversores futuros.

• Simular el propio plan de ahorro para jubilación y la inversión de ese ahorro, proyectándose en cuestión de minutos o horas a décadas más tarde, al momento de jubilación (30 o 40 años), bajo ciertas hipótesis acaecidas, para ver los resultados de las decisiones tomadas en los distintos momentos del ciclo de vida.

• Gestionar una economía personal/familiar proyectando al futuro próximo los resultados de ciertas decisiones económicas que se tomen, como, por ejemplo:

En definitiva, una de las utilidades sería proyectar al futuro el posible efecto (positivo o negativo) de nuestras decisiones financieras presentes (en base a aplicar hipótesis de futuro).

El Metaverso podría combinar aprendizaje y diversión, incluso introduciendo competitividad, con bonificaciones o premios, poniendo a competir a unas personas con otras, a través de la gamificación (juego).

El Metaverso también podría utilizarse para la educación financiera de niños, controladamente por padres y docentes, para educarles en aspectos básicos de la economía personal, del ahorro y de la previsión, a través por ejemplo de video-cuentos y juegos.

Formarse, pasándoselo bien al mismo tiempo, y aprender con experiencias virtuales, pero sin las consecuencias del riesgo de equivocarse, porque estás en el Metaverso y no en el mundo real.