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Encuentro digital Inversión sostenible, revolución responsable

BBVA AM España

13 de octubre de 2020

Durante este encuentro, organizado por el diario el Pais y BBVA, se celebró la entrega de premios de su fondo solidario BBVA Futuro Sostenible.


“La inversión sostenible también puede ser económicamente viable”


Norman Loayza

El evento contó con la intervención inicial de Norman Loayza, Economista jefe del Grupo de Investigación del Desarrollo en el Banco Mundial, que respondió a las preguntas del moderador Ignacio Fariza (IF), periodista de El País, en relación a la Inversión Sostenible. El encuentro conto también con una mesa redonda, con la participación del mismo Loayza, de Francisco Javier Garayoa, director de Spainsif y de Jaime Martínez. Director Global de Asignación de Activos en BBVA Asset Management.

Estos son los principales mensajes trasladados por Norman Loayza (NL).

IF. ¿En que se fundamenta La Inversión Sostenible (IS)?

NL. Se fundamenta en tres pilares:

  1. El crecimiento económico, de la producción y del empleo.
  2. la inclusión social: que haya más personas involucradas en el proceso económico y social
  3. la protección del medio ambiente: que haya recursos suficientes para las generaciones futuras.

La inversión sostenible  presenta características diferentes a los que se relacionan con la inversión normal. No se trata solo de compra de equipos y de tecnología sino también de poner énfasis en aspectos como la productividad, la inversión en el capital social y en usar equilibradamente los recursos naturales.

IF. ¿Cuáles son las principales ventajas a largo plazo de la inversión sostenible?

NL. El desarrollo considerado de manera compensada.

La capacidad de aumentar el número de empleos, la creación de trabajos decentes y bien renumerados. Otra de sus características es no solo generar prosperidad actual sino también a largo plazo, para las futuras generaciones.

Si tienes una perspectiva de largo plazo tus consideraciones económicas cambian mucho. Por lo tanto, la visión a largo plazo es un componente clave de la inversión sostenible

A lo largo de la historia de la humanidad ha habido tensiones entre los intereses personales y sociales y el futuro. Esos diferentes intereses han sido difíciles de gestionar para muchos gobiernos que han preferido dar respuesta a los intereses de las generaciones presentes a las de las generaciones futuras porque eso daba más rédito político. Se creía que “Lo que sucede ahora es más importante de lo que sucede en el futuro”.

IF. ¿Cómo deben actuar los poderes públicos para ayudar a desarrollar un pensamiento a largo plazo?

NL. Los poderes públicos pueden actuar en cuatro áreas:

  1. la adaptación contra el cambio climático.
  2. la eficiencia energética.
  3. El uso de las energías renovables (como eólica y solar)
  4. La recaptura de los gases (por ejemplo, aquellos relacionados con el carbono.

Un ejemplo es la manera en que la tecnología ha transformado el uso de las energías renovables. Desde el año 2010 ha habido un mayor desarrollo tecnológico que ha permitido que los costes hayan bajado y por lo tanto aumentado su uso. Por ejemplo, el coste de las baterías de litio ha caído a una octava parte de su coste desde 2010.

En relación a la lucha contra el cambio climático e inversiones que se pueden hacer para proteger contra incendios, por cada dólar invertido se han evitan 10 $ en daños y pérdidas.

En materia de captura de carbono y gases de efecto invernadero, que produce el calentamiento global, es donde se avanzado menos y donde es todavía más cara la tecnología.

Como conclusión, la inversión sostenible también puede ser económicamente viable.

IF. ¿La pandemia de COVID-19 ha producido una tendencia por “lo ecológico”?

NL. Sí. Un ejemplo son las emisiones de bonos verdes, que han seguido creciendo durante la crisis sanitaria.

Además, la inversión sostenible también tiene que ver con el incremento de la productividad y el incremento del capital humano. Implica involucrar a la gente pobre marginada económicamente.

La pandemia puede tener efectos sobre hábitos de consumo, trabajo y hábitos sociales en el futuro.

La cuarentena ha sido un gran experimento para saber si podíamos trabajar y consumir de manera diferente. Y se ha demostrado que podemos hacerlo.  Por ejemplo, en Estados Unidos anteriormente solo un 3 % de los trabajadores prestaban su trabajo desde casa, pero este porcentaje se ha incrementado hasta el 50 % desde el inicio de la pandemia. Muchas empresas han anunciado que continuarán con el trabajo a distancia.

Los hábitos de consumo se han intensificado con la pandemia unos niveles estratosféricos. Estos cambios en los hábitos de consumo y maneras de producción van a acelerar los cambios hacia una economía más sostenible más basada en el uso eficiente de los recursos.

IF. ¿Hasta qué punto se debería acelerar el uso de las energías renovables?

NL. El planeta no puede esperar. La pandemia puede llevar a un cambio en la sociedad que lleve a un uso más eficiente de los recursos. Pero también puede suceder justo lo contrario, es decir, para una recuperación rápida recurrir al uso de cualquier tipo de inversión.

IF. ¿De qué va a depender esto? ¿de qué va a depender que se acelere también el uso de las tecnologías o que se retroceda?

NL. De cómo los gobiernos reaccionen frente a la pandemia en los cambios de hábitos de trabajo, así como la producción, etc.

Los gobiernos tienen tres mecanismos para orientar la inversión responsable:

  1. Los subsidios: es decir las ventajas y ayudas para las compañías que invierten sostenible mente.
  2. Los impuestos, por ejemplo, para la emisión de gases.  Este mecanismo es eficiente, pero es poco utilizado por los Estados, salvo cuando el impacto económico de no hacerlo es muy relevante.
  3. El apoyo a las nuevas tecnologías. La tecnología ha sido impulsada por inversiones estratégicas hechas por los Estados. Un gran ejemplo de ello es el uso y el desarrollo de Internet que fue una combinación entre Estado y mundo académico.
IF. En 2015 Naciones Unidas publicó los objetivos de desarrollo sostenible (ODS)-Agenda 2030. ¿Hasta qué grado han cambiado desde entonces las tendencias de inversión y son acordes con esos objetivos ODS?

NL. Se tiene que hacer más.

Las 17 metas de desarrollo sostenible se agrupan en cuatro áreas. En dos de ellas se avanzado: en las de erradicación de la de la pobreza y el crecimiento económico.

En la tercera y cuarta área de desarrollo sostenible, que son la protección del medio ambiente y la paz y la seguridad, no se avanzado.

En relación a la radicación de la pobreza en Asia, en concreto en China y el sudeste asiático, la pobreza ha disminuido.  En 1990 un tercio del mundo estaba en situación de pobreza extrema.  En 2019 se ha reducido hasta una tercera parte de cifra del año 90.  El objetivo es eliminar la pobreza extrema en 2030 aunque será difícil hacerlo totalmente, pero se va avanzar.

No se ha avanzado en la erradicación de la violencia ni en la protección medioambiental. Esta está debilitada por las agendas de ciertos líderes mundiales que se han desligado de los acuerdos de París.  También por la falta de compromiso de países emergentes como Brasil, que ostenta una gran parte de la riqueza medioambiental mundial. Sin avances de líderes mundiales y de los países en desarrollo es complicado el avance.

Más información: Principales Conclusiones del Evento Inversión Sostenible, Revolución Responsable