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Fondos de inversión y planes de pensiones versus Seguros de ahorro: ventajas e inconvenientes

BBVA AM España

16 de julio de 2021

Una buena cartera de inversión es una cartera diversificada. Y planes de pensiones, fondos de inversión y seguros de ahorro son productos adecuados para combinar y complementarse.

La consecución de los objetivos de ahorro, especialmente en épocas de bajos tipos de interés, pasa cada vez más por dos vías: asumir riesgos de manera controlada, dado que el activo libre de riesgo no remunera, y contar con una cartera de productos de inversión diversificada y bien adaptada a nuestro perfil de inversión particular.

Más allá de depósitos o cuentas corrientes, refugio de algunos inversores en momentos puntuales pero que no son la opción más adecuada para canalizar el ahorro a largo plazo, existen en el mercado vehículos de ahorro de diferente naturaleza que ayudarán a cualquier inversor a lograr sus objetivos. Queremos destacar tres: Planes de pensiones, fondos de inversión y seguros de ahorro. ¿En qué consiste cada uno? Y, sobre todo ¿para qué inversores están recomendados? Lo analizamos.

Naturaleza del producto

Los fondos de inversión son instituciones de inversión colectiva, que aglutinan el ahorro de muchos partícipes para su gestión por parte de profesionales. Los planes de pensiones están instrumentalizados en fondos de pensiones, una figura que, efectos de inversión, es similar a los fondos de inversión. Respecto a los seguros de ahorro, existen diferentes tipos, si bien se basan todos en pólizas de seguro.

Liquidez

Los fondos de inversión cuentan con total liquidez, por lo que es posible rescatar el ahorro en cualquier momento. Lo mismo sucede con los seguros de ahorro, si bien en el caso de SIALP o PIAS, es necesario esperar al menos 5 años para disfrutar de sus ventajas fiscales. Por su parte, la liquidez de los planes de pensiones está sujeta al acaecimiento de determinadas situaciones, como jubilación, desempleo de larga duración o incapacidad laboral, si bien desde 2025 será posible rescatar todas aquellas aportaciones con al menos 10 años de antigüedad.

Fiscalidad de la aportación

Fondos de inversión y seguros de ahorro no cuentan con incentivos. Los planes de pensiones permiten reducir la base imponible de IRPF por las aportaciones realizadas hasta un máximo de 8.000 euros anuales.

Fiscalidad del rescate

Los fondos de inversión tributan como ganancia patrimonial por la diferencia (si la hubiera) entre valor de venta y valor de adquisición. Cuentan con la ventaja de que el traspaso entre fondos no tiene impacto fiscal alguno. Los planes de pensiones tributan como rendimiento del trabajo por el importe percibido (transitoriamente se permite reducir un 40% en el caso de rescates en forma de capital). Entre los seguros de ahorro destacan:

  • SIALP: Los intereses generados están exentos de tributación si no se exceden los 5.000 euros anuales de aportación y se mantiene la inversión un mínimo de 5 años.
  • PIAS: Si han pasado al menos 5 años desde la primera aportación y se produce el rescate para constituir una renta vitalicia, los rendimientos del PIAS quedarán exentos de tributación.
  • Rentas vitalicias: la renta sujeta a tributación, como rendimiento del capital mobiliario, se minora desde un 60% para menores de 40 años, que solo tributarían por el 40%) hasta el 92% para mayores de 70 años (que solo tributarían por el 8%).

Perfil de inversión

Los seguros de ahorro tienen un perfil conservador y van dirigidos a personas que quieran obtener un ahorro con una rentabilidad conocida y asegurada, con cobertura adicional por fallecimiento. Las rentas vitalicias, por ejemplo, son el complemento perfecto en la jubilación a la pensión pública, con la ventaja de que el beneficiario de las rentas no dejará de percibirlas en ningún momento, evitando el riesgo de longevidad.

Fondos de inversión y planes de pensiones abarcan un espectro más amplio de inversión. La gama tanto de planes como de fondos es mucho más amplia, existiendo productos tanto para inversores conservadores que no quieren incurrir en riesgos como para inversores decididos que buscan maximizar la rentabilidad a cambio de tolerar volatilidad en cortos plazos.

A diferencia de los seguros, donde la movilidad es muy reducida, en planes y fondos de inversión es muy habitual el traspaso entre productos (de fondo a fondo y de plan a plan), tratando de adecuar las posiciones a la evolución del perfil de riesgo inherente al paso del tiempo. Son productos donde hay más gestión, la cual está además delegada en profesionales.

Garantía en caso de quiebra de la entidad gestora o aseguradora

Una cuestión desconocida para muchos lectores es qué pasaría si la entidad que gestiona sus ahorros quebrase. En el caso de fondos de inversión y planes de pensiones, los activos que conforman sus carteras están fuera del balance del Banco o Entidad Gestora. Estos títulos-valores están en manos de un tercero, la sociedad Depositaria, la que custodia los mismos. Por tanto, en el hipotético caso de quiebra de la Entidad Gestora, el partícipe recuperaría su inversión acudiendo al Depositario. A modo de ejemplo, cuando quebró el banco de inversión Lehman Brothers, el cual contaba con una entidad gestora de fondos, los partícipes de dichos fondos no sufrieron menoscabo en sus inversiones. Dicha gestora fue adjudicada a la japonesa Nomura, la cual siguió gestionando dichos fondos con el mismo patrimonio existente hasta la quiebra de Lehman Brothers.

En el caso de un producto de seguro es la compañía aseguradora quien respondería con el propio balance de la entidad ante sus inversores en seguros de vida-ahorro. Sin ánimo de meter miedo al lector, los requisitos de capitalización de  la Directiva de Solvencia II y toda la supervisión llevada a cabo por la Dirección General de Seguros hacen altamente improbable la quiebra de una aseguradora en España.

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Planes, fondos y seguros combinan perfectamente para crear una cartera de inversión diversificada y que cubra diversas contingencias, como jubilación o fallecimiento.