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Administrar tus finanzas cuando comienzas a trabajar

BBVA AM España

27 de junio de 2024

Ahora que vas a tener unos ingresos, apetece disfrutar de la vida destinando más recursos al ocio, practicar tus hobbies, o comprar con tus ahorros.

Es estupendo disfrutar del momento vital: viajes, salidas o ese capricho que tanto querías y que hasta ahora no habías podido comprar. Pero, además, no te olvides de tener bajo control tus finanzas personales, porque te traerá salud financiera, y esta te dará bienestar para disfrutar.

Para lograr esa salud financiera, es importante tener presente que, a partir de un umbral mínimo de ingresos que te permita vivir dignamente, el control de lo que gastas y de cómo lo gastas es incluso más importante que lo que ganas.

La llamada teoría del gasto creciente muestra cómo, en general, las personas incrementamos el gasto en el mismo o mayor porcentaje que el incremento de nuestros ingresos, por lo que de aunque nos suban el sueldo seguimos sin mejorar nuestra salud financiera.

Las subidas de sueldo se deben aprovechar adecuadamente. No es extraño ver trabajadores con buenos salarios a los que sin embargo no les alcanzan para cubrir sus gastos y viven permanentemente endeudados.

Consejos para administrar tus finanzas personales

Estos son algunos consejos que te podrían ayudar durante toda tu vida para alcanzar y mantener el bienestar financiero:

Con ese control de tus ingresos y gastos, también podrás llevar el mismo o similar tipo de vida, disfrutar y prácticamente no renunciar a casi nada salvo a algunos lujos superfluos.

Acabas de empezar a trabajar, por lo que está claro que dotar ese fondo rápidamente es complicado, pero intentar alcanzar lo antes posible, al menos, 1,5 o 2 meses de salario.

Ese fondo te permitirá afrontar sin apuros gastos y situaciones que se presentan sin avisar, y que son habituales en nuestra vida: por ejemplo, se te estropea el coche o el portátil.

  • Limita tu nivel de endeudamiento. Se prudente en el uso de las tarjetas de crédito. Puedes usarlas para cargos que se te apliquen al mes siguiente y que puedas afrontar con normalidad con tus ingresos mensuales, pero fraccionar el pago en más meses te lleva a una espiral de endeudamiento, además de que multiplica tus costes financieros (intereses).
  • Adicionalmente al fondo de imprevistos, ahorra una parte mensual de tus ingresos (entorno a un 10%), poniendo ese ahorro en un producto de ahorro-inversión, antes de que empieces a gastar el resto de tus ingresos.

Para ello, establece, de forma automática, aportaciones periódicas domiciliadas a inicio de cada mes, realizadas a productos como fondos de inversión, seguros de ahorro o cuentas de ahorro. No obstante, ten en cuenta, en el caso de las cuentas corrientes, que obtendrás intereses modestos que no siempre batirán la depreciación por la inflación.

  • Dependiendo de horizonte temporal de la meta financiera a la que destinas tu ahorro, inviértelo en productos financieros que permitan hacer crecer el valor de ese ahorro, a través de la capitalización financiera y el efecto del interés compuesto (las rentabilidades obtenidas se acumulen sobre el capital inicial y lo van acrecentando): fondos de inversión, seguros de ahorro, ETF, acciones, bonos, etc.
  • Invierte parte de tus ingresos en ti mismo, en tu formación, en tu desarrollo, en hacer crecer tu valor profesional: masters, idiomas, uso de la tecnología, etc. Tú eres el activo de mayor activo de tu patrimonio.