¿Cómo afectan en nuestra vida las decisiones de los bancos centrales?

Los Bancos centrales están de actualidad, aún más si cabe, debido a las subidas de tipos de interés que están aplicando ya algunos de ellos, como la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), para dar respuesta a la elevada inflación, o las que se prevé va aplicar el Banco Central Europeo durante este año. Vemos como impactan en la vida de nosotros los ciudadanos las decisiones de los Bancos Centrales.

Cuando oímos hablar sobre política monetaria que lleva al cabo el Banco Central de un país (por ejemplo, en el caso de la Zona Euro en Europa, el Banco Central Europeo), puedes pensar que se trata de algo lejano que no nos afecta en nada. Sin embargo, las decisiones de los bancos centrales tienen un fuerte impacto en nuestra vida, a pesar de que a veces sea difícil percibirlo.

Vemos en este post que aspectos de nuestra economía personal pueden verse afectados por la actuación de los bancos centrales.

Tipos de políticas monetarias

Hay dos grandes tipos de políticas monetarias:

• Expansivas: incluyen todas las medidas que permiten que aumente la cantidad de dinero que circula en la economía.
• Restrictivas: políticas dirigidas a reducir esa cantidad de dinero.

Políticas expansivas

Dos de los instrumentos más utilizados por los bancos centrales para las políticas expansivas, son los tipos de interés y el coeficiente de caja o de reservas bancarias (este es el porcentaje de dinero que mantiene una entidad financiera en sus reservas líquidas en el Banco Central de su país). Tanto si un Banco Central baja los tipos de interés como si baja el coeficiente de caja, será más barato pedir préstamos a los bancos. Si esto ocurre, lo normal es que las personas tiendan a endeudarse más, y con ese dinero comprar bienes y servicios.

Otra forma más directa de aumentar la base monetaria por parte de los Bancos centrales es imprimir dinero. Normalmente, esto se hace para pagar el déficit del Estado o para comprar deuda privada. El efecto es similar al anteriormente mencionado, ya que con ese dinero nuevo pueden aumentar el consumo y la inversión.

Las políticas expansivas deben aplicarse con mucho cuidado, porque un aumento muy acusado de la cantidad de dinero en circulación generaría inflación, subiendo los precios de los bienes y servicios y disminuyendo el poder adquisitivo de los ahorros acumulados por las personas.

Políticas restrictivas

En ocasiones los bancos centrales deciden reducir la inflación con políticas restrictivas, como subir los tipos de interés y el coeficiente de reservas bancarias, o bien vender títulos de deuda y retirar de la circulación el dinero que reciben por esa venta. Cuando esto ocurre, la actividad económica se suele contraer y los créditos se encarecen. En cambio, las entidades financieras nos ofrecerán una rentabilidad más alta por depositar en ellas nuestros ahorros.

La actividad económica y los precios son dos áreas muy importantes para las personas que se ven afectadas por las decisiones de los bancos centrales

Si se aplican políticas expansivas, se favorecerá a las empresas (financiación más barata) y se creará más empleo, pero con el tiempo, puede que se produzcan subidas de precios.

Con políticas monetarias restrictivas, es más habitual ver empresas en dificultades y a muchas personas puedan llegar a perder su trabajo. En cambio, con esa política monetaria restrictiva, la cantidad de dinero en circulación y los precios serán más estables, y los tipos de interés más altos. Esto suele atraer a inversores extranjeros, o incluso a ahorradores de países con monedas más débiles. Estas personas venderán moneda extranjera a cambio de nuestra moneda nacional (por ejemplo, euro) lo que aumentará la cotización de la divisa de nuestro país. Si ocurre esto, para nosotros será más barato que antes comprar productos importados o viajar a esos otros países.

En algunos países con inestabilidad y económicamente más débiles, se llega incluso a prohibir la salida de dinero al extranjero, o a limitar la compraventa de divisas. Estas medidas suelen afectar directamente a sus ciudadanos, sobre todo, si quieren ahorrar en otra moneda o enviar dinero al extranjero.

En conclusión, lo que deciden los bancos centrales afecta de forma muy directa en nuestro día a día y a nuestro modo de vida. Sus decisiones determinan la evolución de variables como el crecimiento de la economía, la creación de empleo o la estabilidad de la moneda, además de otras cuestiones cotidianas, como la mayor o menor facilidad para pedir un préstamo en el banco, la rentabilidad que podemos sacar a nuestros ahorros y la subida del precio de los alimentos, etc.

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