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Cómo invertir en capital privado a través de un fondo de fondos

BBVA AM España

27 de junio de 2024

El llamado capital privado (en inglés, private equity) abarca todas las inversiones que no se negocian en un mercado regulado, sino que se negocian en “mercados privados”. Es decir, no cotizan en bolsa u otros mercados organizados de acceso público.

El término capital privado o mercados privados, en sentido amplio, incluye no solo la inversión en los fondos propios de una empresa (capital o acciones), sino también otros tipos de inversiones relacionadas con la financiación de una empresa, como las diversas formas de crédito o deuda privada.

Los fondos de inversión de capital privado son vehículos de inversión gestionados por equipos especializados, cuyo objetivo principal es proveer a los inversores de un retorno a medio o largo plazo a través de inversiones de capital en empresas que no cotizan en la bolsa de valores ni en otros mercados de valores negociados.

Cualquier empresa, independientemente de su tamaño, puede atraer el interés de los fondos de capital privado. Algunos fondos de capital privado toman participaciones minoritarias, mientras que otros buscan mantener la mayoría del capital.

Los fondos de capital privado se convierten en socios temporales, proporcionando el capital requerido por la empresa en diferentes etapas de su ciclo vida, desde la etapa inicial de creación hasta su consolidación.

Los gestores de estos fondos generalmente se especializan en un segmento específico: Venture capital (empresas de nueva creación), growth capital (empresas consolidadas, en fase de crecimiento), buy-out (en este caso, la compra de capital se financia con los flujos de caja obtenidos de la empresa comprada), fondos de deuda privada (en este caso, no se adquiere capital de la compañía, sino que se compra deuda emitida por la misma).

Tradicionalmente, los fondos de capital privado se nutrían con las aportaciones de personas físicas con alto patrimonio y de inversores institucionales como compañías de seguros, fondos de pensiones, fondos soberanos, etc.

Sin embargo, cada día más, se están bajando los mínimos de inversión/suscripción en los fondos que invierten en fondos de capital privado, lo que permite el acceso a invertir en los mismos por parte de inversores particulares.  Por ejemplo, la Ley 18/2022, de creación y crecimiento de empresas, bajó el importe mínimo de inversión en capital riesgo a 10.000 euros.

Existen fondos que invierten, al mismo tiempo, en distinto tipos de activos privados: por ejemplo, en capital riesgo, capital privado, deuda privada, infraestructuras e inmuebles. Esa diversificación en la asignación de los tipos de activos de inversión trae consigo una reducción del riesgo (para lograr el objetivo de rentabilidad ajustada a riesgo) de tal manera que, si un activo o grupo de activos no tuvieran un comportamiento adecuado, se compensaría con los resultados de otros.

Capital privado y capital riesgo

Pueden parecer lo mismo, pero hay algunas diferencias entre ellos, y también similitudes.

Los proyectos y empresas para los que las empresas de capital riesgo recaudan fondos, habitualmente no tienen acceso a fuentes más tradicionales de capital, como financiación bancaria o mercados públicos de valores.

Las sociedades y fondos de capital riesgo pueden intervenir en distintas etapas del ciclo de vida de la empresa, aunque a menudo se especializan en invertir en empresas de reciente creación (startups) para ayudarlas a desarrollarse y crecer. Las empresas de capital privado suelen invertir en negocios ya consolidados.

Como segunda diferencia entre ambos, el capital riesgo suele hacerse con una participación minoritaria dentro de la empresa a cambio de una inversión menor (permitiendo que sus administradores mantengan el control de la empresa), mientras que las empresas de capital privado suelen adquirir participaciones mayoritarias y asumen un papel activo en la gestión de la empresa en la que invierten.

En cuanto al tipo de inversor, la inversión en capital privado suele realizarse por grandes inversores institucionales o personas con muy alto patrimonio, mientras que la inversión capital riesgo puede ser realizada por inversores con menor patrimonio.

Tanto capital riesgo como capital privado buscan obtener un retorno para el inversor a través de su inversión en empresas no cotizadas.

Otra similitud entre ambos vehículos de inversión, es que tanto las sociedades de inversión de capital privado como las empresas de capital riesgo suelen ser sociedades limitadas, donde uno o más socios administran el patrimonio, mientras que los otros socios simplemente contribuyen. En el caso de estas empresas de inversión, los socios limitados suelen ser particulares, empresas, fondos de inversión o fondos de pensiones. Los socios generales se encargan de tomar las decisiones y del proceso de inversión.