Ganar el Gordo de Navidad será este año más ventajoso fiscalmente

Si está leyendo usted este post es porque aspira a ganar el premio Gordo de la Lotería de Navidad, pese a que la estadística se ponga en su contra: tiene una posibilidad entre 100.000 de que le toque. Después del sorteo, lo cierto es que un simple reintegro o una pedrea son suficientes para devolvernos la ilusión y volver a insistir año tras año.

En la campaña publicitaria de este año, Loterías del Estado ha hecho hincapié en el hecho de compartir el boleto, aunque no incluyen en sus enternecedores anuncios que desde 2013 los premios tienen que “compartirse” con Hacienda. Antes de esta fecha estaban totalmente exentos del pago de impuestos. Hacienda desde 2013 se queda con la quinta parte (20%) de los premios superiores a los 2.500 euros. Luego se elevó el mínimo a 10.000 euros y este 2019 se empezará a pagar ese 20% a las cantidades ganadas superiores a los 20.000 euros. Aún será más ventajoso ganar el sorteo en 2020 cuando está previsto que los primeros 40.000 euros queden exentos.

En el momento de dar el premio, Hacienda se queda ya con su parte (retención) por lo que el premio no se declara a Hacienda en el Impuesto de la Renta. Luego, podrán surgir problemas o dudas si el décimo es compartido o hay participaciones por lo que es bueno siempre que todo esté bien claro cuando se compra lotería con amigos, familiares o compañeros de trabajo. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que es importante guardar los décimos y hacer fotocopias del anverso y del reverso. Si se comparten décimos, hacerlo constar por escrito o en un soporte duradero; las palabras, en caso de conflicto, no sirven como prueba y si se encargan o intercambian décimos enteros, procurar recogerlos y pagarlos antes del sorteo. Así, de los 400.000 euros que se premian por décimo del Gordo de Navidad, se percibirán 324.000 euros y los 76.000 euros restantes van al Erario Público.

Hay numerosas encuestas sobre el destino que los españoles darían al Gordo de Navidad. Algo más del 80% declara que su intención sería “tapar agujeros” y muy especialmente poner fin a la hipoteca. El 20% restante destaca su intención de ahorrar todo o parte de ese premio, no sin antes darse algún capricho.

Hace años cuando el premiado no pagaba a Hacienda, las cosas eran mucho más sencillas para ahorrar ese dinero. Se colocaba en un depósito bancario o en una letra del Tesoro y se esperaba tranquilo a disfrutar de los rendimientos. Ahora es más complicado y el ahorrador debe asesorarse y, sobre todo, diversificar el dinero del premio. No colocar todo en un mismo tipo de inversión (bonos, acciones, oro, monedas, etcétera) sino utilizar distintos activos con el fin de reducir el riesgo.

Aunque la diversificación puede hacerse directamente, resulta mucho más interesante utilizar vehículos de ahorro como los fondos de inversión que tienen distintas categorías de acuerdo a las inversiones que realizan y, además, con diferentes perfiles de riesgo: conservador, moderado o dinámico. La gestión profesional y, en general, unos costes menores aconsejan invertir en fondos. Eso sí, no olvidar que las plusvalías que se generen como consecuencia de la inversión en el momento en que vendemos participaciones del fondo también pagan a Hacienda y estas sí van en el Impuesto de la Renta. Hasta entonces, no es necesario pagar impuestos.

¡Mucha suerte!