Inteligencia Artificial: la revolución en la toma de decisiones y la inversión sostenible
05 de diciembre de 2024
3 min de lectura
La Inteligencia Artificial (IA) representa una extraordinaria herramienta de apoyo en el proceso de toma de decisiones selección de activos, también en materia de inversión sostenible. Dentro de la IA destaca, por su sofisticación y posibilidades, la llamada Inteligencia Artificial Generativa, con chatbots especializados como Chat GPT de la empresa OpenAI.
Existen múltiples aplicaciones de la inteligencia artificial en el mundo de las inversiones, destacando aquellas que tienen un carácter predictivo e intentan generar rendimiento de una manera sistemática, como son el machine learning y el análisis de sentimiento.
La IA puede usarse como una herramienta que, de soporte a los analistas y gestores de activos, para que puedan asimilar una mayor cantidad de información, facilitando así la parte del proceso de inversión que incluye la investigación, el análisis y la toma de decisiones basadas en datos. Los analistas se pueden apoyar en herramientas basadas en la IA, así como en el big data (análisis de datos masivos) y el machine learning (capacidad de aprendizaje automático de una máquina), para poder procesar y contrastar una información que es cada vez más abundante y, a partir de ella, obtener conclusiones que de forma manual no sería posible acceder.
La IA permite aumentar exponencialmente la capacidad de análisis al juntar la información de mercado con las conclusiones algorítmicas, pudiendo llegar a simular miles de escenarios y pronosticar cuál sería el más óptimo en la construcción de una cartera, para cada tipo de inversor (en base a su perfil de riesgo) y para cada horizonte temporal.
Por tanto, la Inteligencia Artificial complementa las capacidades de los equipos de análisis y les ayuda en distintos ámbitos, como, por ejemplo, en crear un proceso automático que monitorice periódicamente cientos de estrategias y que extraiga, según unas métricas predefinidas, si alguna de ellas tiene potencial en los mercados actuales.
En materia de inversión sostenible, supone una preocupación cada vez mayor los recursos humanos que son necesarios para gestionar las inversiones relacionadas con los criterios de sostenibilidad, a medida que aumentan la presión reguladora y la demanda de los clientes.
La calidad de los datos, la transparencia y los conocimientos proporcionados por los Asistentes (Chatbots) de Inteligencia Artificial dotan a los inversores de información en la que pueden confiar para tomar decisiones de inversión.
Además de recurrir a los datos declarados por las empresas (Informes anuales), que están sujetos a variaciones, incoherencias, omisiones y vaguedades, para dar solución a los vacíos de datos la extracción automatizada a través de la IA aporta métricas a partir de datos no estructurados (como informes, documentos, gráficos, comunicados de prensa, etc.).
Los modelos de Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN) procesan texto no estructurado, como noticias, para extraer temas de interés. En los casos en los que no se dispone de datos de dominio público, las aplicaciones de IA pueden utilizar sofisticados modelos para estimar los factores que faltan. Por ejemplo, como apunta Clarity AI, las imágenes por satélite pueden utilizarse para aumentar la precisión de las estimaciones de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por tanto, los gestores de activos pueden utilizar herramientas de Inteligencia Artificial que identifiquen y marquen la información de sostenibilidad potencialmente inexacta de una empresa, basándose en elementos como la coherencia con el historial de informes de la propia empresa, la coherencia con su sector de actividad, teniendo en cuenta el tamaño y otros factores de esa empresa, o la coherencia con otras fuentes de información para la misma empresa.