Metaverso, el fenómeno que nos sumergirá en el universo ‘Black Mirror’

Este nuevo mundo virtual inmersivo está ya considerado el futuro de internet. Según la previsión de diferentes compañías, se espera que el mercado que lo rodea alcance grandes cifras en los próximos años, por lo que el metaverso no solo llega para renovar la era digital, sino también para ofrecer nuevas oportunidades de inversión.

La realidad virtual ha sido representada tanto en la pequeña como en la gran pantalla en películas como ‘Ready Player One’ o en numerosos capítulos de la distópica serie ‘Black Mirror’, como 15 millones de méritos (1×02), Playtesting (3×02), San Junípero (3×04), USS Callister (4×01) y Striking Vipers (5×01), entre otros. Aunque en este último caso se nos aproxima al lado más oscuro de la era tecnológica, cada vez menos futurista y más cercana a nuestro día a día, la serie británica de Netflix refleja a la perfección la idea del concepto metaverso.

El objetivo de este fenómeno consiste en la evolución de Internet tal y como lo conocemos actualmente, cambiando sus canales habituales por unos nuevos que nos sumerjan en un mundo virtual en el que navegar de una forma más parecida a la realidad. Estas plataformas pretenden que sustituyamos nuestros teléfonos, ordenador y tablets por un método más novedoso en el que adquieren un gran protagonismo las gafas de realidad virtual. A través de estas podríamos navegar por Internet para comprar determinados productos o acceder a nuestras redes sociales de una forma más real, tal y como se representa actualmente en juegos de realidad virtual.

En esta realidad digital alternativa no solo tendríamos la opción de comprar algún producto físico de nuestras tiendas favoritas, como estamos acostumbrados a hacer con las apps móviles, sino también la compra de objetos virtuales que sirvan a nuestros avatares en la propia plataforma. Con esta idea podrían entrar en juego las criptomonedas, las cuales servirían de divisas para realizar algunos pagos.

Podemos diferenciar tres tipos de realidad virtual:

• No inmersiva. Este es el método al que más estamos acostumbrados. Se trata del uso de un determinado monitor (televisor, ordenador, móvil o tablet) como pantalla que refleja el mundo virtual y un complemento con el que interactuamos (teclado, micrófono, ratón, mando…). Se suele dar en videojuegos.
• Semi inmersiva. En esta realidad virtual es común la utilización de, generalmente, 3 pantallas en forma de cubo que rodean al internauta, apoyadas a su vez por el uso de gafas y un dispositivo de seguimiento de movimiento colocado en la cabeza. Es el caso de algunos juegos ofertados en salas recreativas o los nuevos sistemas de algunas autoescuelas para simular la conducción de un determinado vehículo.
• Inmersiva. Sistema en el que el usuario se siente dentro del mundo virtual gracias a la utilización de dispositivos como gafas, cascos, trajes o guantes especiales que ayudan a trasmitir esta realidad haciéndola llegar a muchos de nuestros sentidos.

¿Invertir en metaverso?

La inversión nos ofrece la oportunidad de sacar una rentabilidad potencial a nuestros ahorros, clave en la planificación para una adecuada salud financiera a largo plazo.

Según un análisis de Bloomberg Intelligence, el mercado del metaverso tiene un enorme potencial para invertir. Mark Zuckerberg es uno de los empresarios que ha apostado por el metaverso, de hecho, ha comenzado cambiando el nombre de su compañía por Meta, la cual engloba Facebook, Instagram y WhatsApp, entre otras. Además de esta, otros gigantes como Google, Microsoft, Nvidia o Tencent también se han sumado a esta ola.

A pesar de la apuesta y confianza de grandes compañías, y de la inminente llegada de la nueva revolución de Internet, aún es pronto para determinar la rentabilidad y los riesgos que supone la inversión en metaverso.

Sin embargo, es indudable que el metaverso se presenta como una de las grandes temática dentro de las tendencias tecnológicas y por tanto puede cobrar importancia en las soluciones de  inversión en megatendencias al igual que las criptomonedas y tokens.