Pasos para comprar por primera vez un fondo de inversión
15 de enero de 2020
3 min de lectura
Un fondo de inversión se asemeja a un autobús frente al vehículo individual. Usted puede conducir su propio coche e ir a distintos destinos (Bolsa, bonos, divisas, materias primas…) o puede hacerlo acompañado de otros inversores y al volante un equipo de expertos que lleven su dinero a esos mismos destinos para rentabilizar su ahorro. En el primer caso hablaríamos de inversión individual y en el segundo de inversión colectiva.
Además, el ir en un fondo de inversión tiene más ventajas que ir solo. Se puede saltar de uno a otro fondo sin tener que tributar las ganancias y no está obligado a venderlo todo sino solo lo que necesite. Además, como en el fondo hay mucho dinero se puede acceder a muchos mercados diferentes. Es decir, se diversifica mucho mejor que con una inversión directa.
Una vez que tenemos claro que tanto por fiscalidad como por diversificación como por estar guiados por personas que se dedican a eso desde hace años, el fondo es más interesante que la inversión individual, tendrá que seguir los típicos pasos de la inversión. Y estos pasos son cuatro: liquidez, rentabilidad, riesgo y costes con el fin de adecuar el fondo que elija a sus propias necesidades.
En general, los fondos de inversión son muy líquidos. En 24 horas se puede recuperar todo o parte del dinero invertido. Eso sí, pregunte cuál es la liquidez de ese fondo ya que a esta norma general siempre hay excepciones como los fondos inmobiliarios que no son tan líquidos.
La rentabilidad será una de las claves para decantarse por uno u otro fondo de inversión. Y aquí todo va unido al riesgo y a la pericia de los gestores. En España se puede elegir entre más de 3.700 fondos de inversión. Son muchísimos.
Los primero que tenemos que hacer para elegir entre esta amplia variedad de fondos es valorar nuestra aversión al riesgo. Esto es, la capacidad de asumir pérdidas en determinados momentos a cambio de una rentabilidad positiva mayor en el medio y largo plazo. Por ejemplo, las categorías de Fondos Monetarios, los Garantizados y los de Renta Fija a corto plazo debido a su perfil muy conservador limitan las pérdidas pero tampoco cuentan con un potencial de rentabilidad elevado. Por el contrario, los de Renta Variable (española, europea, americana, asiática, de países emergentes…), renta fija a largo plazo, mixtos, divisas, materias primas… sí que asumen más riesgo lo que podría dar lugar a rentabilidades negativas en determinados escenarios de mercado pero también aspiran a conseguir rentabilidades más elevadas. Una posibilidad que sitúa en su verdadera dimensión el concepto de riesgo. A más riesgo, más opciones de ganar y de perder, y a menos riesgo menos posibilidades de ganar y de perder.
Cuando ya tenemos claro si estamos dispuestos a obtener una rentabilidad mayor a cambio de potenciales pérdidas en determinados momentos debemos elegir aquellos fondos que hayan tenido una buena trayectoria a través de los años. Eso indica que el equipo gestor es bueno. Aunque siempre escuchará que “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”, una forma de optar por uno u otro fondo es saber cómo lo hicieron en el pasado.
Adicionalmente hay que tener en cuenta los gastos que soportan los fondos, tanto la comisión de gestión y depósito, como posibles comisiones accesorias de suscripción y reembolso así como los costes que soportan los activos en los que invierte el fondo. Mayores costes suponen una menor rentabilidad neta real para el partícipe. Esto es especialmente relevante en el largo plazo donde una diferencia de costes año a año puede suponer una diferencia importante en la cantidad acumulada.
Por último, debe tener claro que la inversión en fondos –sobre todo si son de más riesgo- debe plantearse en un horizonte de medio y largo plazo. Actualmente, su propio banco cuenta con asesores para irle indicando el momento adecuado para cambiar de tipo de fondo de inversión. Pregunte y muéstrese activo con sus fondos, conociendo lo que gana o pierde con ellos. Y, como hemos apuntado antes, tiene la gran ventaja de poder pasar de un fondo a otro sin pasar por Hacienda: no está encadenado.
Y una vez decidido compre su fondo de inversión. Directamente en el banco, a través de la web o, como ofrece BBVA mediante su propio móvil inteligente.
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Rentabilidades pasadas no garantizan rendimientos futuros.
Como en cualquier otro producto de inversión, invertir en fondos y/o planes de pensiones implica asumir un determinado nivel de riesgo. Cada fondo/plan de pensiones, en función de sus características específicas y de los activos en los que invierte, implica un nivel de riesgo y, en todo caso, la posibilidad de incurrir en pérdidas sobre el capital invertido. Puedes consultar los riesgos específicos de cada vehículo en el folleto disponible en www.bbvaassetmanagement.com
La lectura de este artículo, junto con Qué es un fondo de inversión y Cómo valorar si mi fondo de inversión está comportándose bien , será válido por 1 hora de formación continua para la recertificación EIA, EIP, EFA, EFP, CFA y CAd. Puedes encontrar el test en la página de EFPA España y en la página de CFA Society Spain