¿Por qué sube tanto el precio del combustible, del gas y de la electricidad?

Hace más de siete meses que los precios de la energía se están incrementando mucho. No obstante, desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania ese incremento se ha multiplicado. El precio del petróleo se ha acercado a los máximos que se marcaron en la crisis financiera del 2008. El precio de la electricidad ha llegado a ser 10 veces más caro que hace un año. El aumento de precio del gas es aún mayor.

Este incremento de precios lo padecemos los ciudadanos de manera muy importante. Por ejemplo:

• En algunas gasolineras el precio de algunos combustibles ha llegado a superar 2 euros.

• La factura media de consumo electrico se elevado en marzo hasta los 143,03 euros, un 130% más que la de marzo de 2021 y un 33% más que la del pasado mes de febrero.

La invasión de Ucrania ha desencadenado una serie de reacciones en el mercado energético que ha hecho aumentar los precios, los cuales ya estaban en máximos antes de que empezar la guerra.

Salvo excepciones como España (que solo nos afecta en la determinación del precio, aunque no en el suministro), las economías de la eurozona dependen de una manera importante del gas ruso. Pero el sector también se ve afectado por el agotamiento de recursos energéticos disponibles, por la poca implantación de energías renovables o por los sistemas de fijación de precios de la electricidad (marginalistas), que ya padecíamos antes de la invasión rusa.

Incremento del precio del petróleo

La guerra de Ucrania es la causa inmediata del incremento del precio de los carburantes hasta niveles máximos históricos. No obstante, algunos expertos opinan que la causa no es la guerra sino porque cada vez podemos producir menos. Desde el año 2014, las empresas petroleras están reduciendo su inversión porqueextraer petróleo cada vez es más caro. Esto produce que se extraiga cada vez menos y por eso está cada vez más cotizado. Sin embargo, aunque el agotamiento de los combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón, etc.) es un proceso de décadas, el precio no está subiendo ahora por este agotamiento, sino por el conflicto geopolítico.

Esa situación actual supone un riesgo para la economía, ya que partir de un cierto aumento de precio de la energia, el mismo se esparce dentro de la cadena de costes de la sociedad hasta llevar al pais a una recesión.

En España, somos muy dependientes de unos combustibles fósiles internacionales que exportamos de los cuales no podremos controlar el precio. En el sector del transporte, deberíamos depender menos del transporte por carretera y hacer un cambio de modelo de transporte de mercancías hacia el ferrocarril eléctrico. Ese cambio de modelo de transporte actuaría al mismo tiempo en abordar tanto la crisis energética como la climática y medioambiental.

Incremento del precio del Gas natural

En relación al gas, reducir la dependencia que tienen los paises de Europa central del gas ruso no es algo que se pueda hacer en el corto plazo, de un día para otro.

La guerra ha provocado que haya menos disponibilidad de gas por las alertas geopolíticas, como por ejemplo la amenaza de Rusia de cortar el suministro. Esos movimientos generan miedo y eso ha hecho encarecer el precio muy rápidamente.

La respuesta de la Unión Europea ha sido un plan para reducir en dos tercios la dependencia del gas ruso en solo un año. Ello implicará incrementar la importación de gas natural licuado (GNL) desde Qatar y Estados Unidos.

La dificultad para la reducción de esa dependencia está en que los gobiernos intentan reducir el consumo sin tocar estructuralmente la economía. Hay una doble dependencia, no solo de otros países (como Rusia), sino también de unos combustibles fósiles que se acaban.

Por otro lado, se debe tener cuidado con las soluciones de corto plazo. El contexto de guerra y de mercados tensionados se puede usar como excusa para aumentar las inversiones en energías contaminantes, asegurando el suministro eléctrico, e ir en contra de la transición energética que se ha fijado la Unión Europea.

Algunos expertos proponen aprovechar la situación que estamos viviendo para acelerar la transformación del modelo energético.

Incremento del precio de la Electricidad

La guerra en Ucrania no es el culpable del aumento desorbitado del precio de la electricidad. En el caso de la electricidad, el incremento de precios se podría haber evitado más fácilmente tan solo cambiando el sistema de fijación de precios.

El sistema actualmente utilizado, denominado marginalista, a través de una subasta diaria, hace que todo el suministro se pague al precio de la fuente de electricidad más cara (tradicionalmente lo eran el carbón y el gas, y ahora únicamente el gas) . Y eso hace que todo el sistema se encarezca mucho por los problemas del gas y su alto precio, que en realidad solo proporciona una pequeña parte de la electricidad total consumida.

Se ha llegado a pagar a más 500 euros el MW/hora a empresas eólicas e hidráulicas que tienen un coste de generación que no tienen absolutamente nada que ver. 

Muchos expertos ven necesaria una profunda revisión del mercado eléctrico, para evitar los problemas de funcionamiento del sistema marginalista. Estos expertos opinan que el sector eléctrico debería orientarse al bienestar social cambiando las reglas de funcionamiento para obedezcan a criterios sociales, aunque sin cambiar la tecnología.

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