Relatos BBVA AM Solidarios Non Stop: «Me llamo Marcos y con 8 años hice el Camino de Santiago»

Un año más, y van tres, BBVA va a organizar de nuevo su iniciativa solidaria BBVA AM Solidarios Non Stop en la que familiares, amigos y los propios trabajadores de este banco recorrerán en bici, por etapas y haciendo relevos el Camino De Santiago con un fin de reunir dinero para las ONGs Asdegal, Down Galicia, Down Castilla y León y Fundación Lukas.

Marcos Arias López

Este camino sin parar dará su comienzo en La Vela, las anteriores dos ediciones salieron desde Roncesvalles, y tendrá su final en la propia ciudad de Santiago de Compostela a los pies del Apóstol.

Podrás elegir la etapa en la que comenzarás y en la que acabarás andando en la bici. La participación está abierta y el coste de inscripción es de 30 Euros.

Con esta iniciativa BBVA pone en valor el trabajo en equipo, el esfuerzo y la actitud positiva demostrando que le deporte y la solidaridad son compatibles entre sí, haciendo que el lema BBVA Creando Oportunidades se haga realidad.

Mi nombre es Marcos Arias y hace dos años, y con 8 años, fui  participante esa primera edición, haciendo el viaje en la caravana con mi padre durante los tres días de la prueba.

Teniendo en cuenta que yo he vivido la gran e inolvidable experiencia de poder estar presente en todos los días de este singular Camino, os voy a contar cómo lo viví.

En mi opinión este proyecto es un sueño, una locura, una idea pionera, que nunca se había realizado antes en España por una empresa. Una experiencia que te ayuda a trabajar en equipo, vivir y compartir experiencias con amigos  y a aprender de otras personas para ser más solidarios.

Hacer primero el viaje de ida desde Coruña a  Roncesvalles,  entre risas y bromas, merece la pena. Estar  dentro de la caravana y ver a los ciclistas pedalear todos juntos por el mismo objetivo apasiona y motiva ya que saben que es para hacer un mundo mejor. Levantarse y saber que hay muchas personas esforzándose durante toda  la noche emociona mucho. Sentir la llegada de los ciclistas tras hacer 30 o 40 km en cada etapa es lo que a mi me empuja a pensar que con esfuerzo todo es posible. El trabajo en equipo es lo que más destaca de todo el proyecto viendo cómo desde la salida, y etapa tras etapa, se pasaban un termo que representaba el relevo. Tras alguna pequeña caída y algún que otro percance, seguían ayudándose y apoyándose como ejemplo de compañerismo y gran solidaridad. 

Ver cómo niños de 5 años estaban en su bicicleta a las 5 de la tarde, y que otras personas a las 5 de la mañana tiene un gran mérito. Siendo nosotros unos afortunados por tenerlo todo, sacar pedales y andar un poco son pequeños detalles que si los juntas son exitosos y agradecidos de una manera o de otra. Cuando yo me lo pasó bien practicando un deporte que me gusta es una gran recompensa, pero si le añades que ayudas a otras personas se multiplican por mil la felicidad y el  orgullo que puedes llegar a tener.

Para describir este camino en una frase sería:

«Un mundo mejor es posible con pasión, deporte, compañerismo y solidaridad»

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