La inversión en mercados privados permite participar en:

• Empresas no cotizadas

• Operaciones de deuda creadas a medida: financiación por
entidades no bancarias a pequeñas y medianas empresas.

• Infraestructuras

• Activos inmobiliarios


Todo ello de la mano de expertos en cada uno de los campos en los que invierte y, en muchas ocasiones, con una fuerte alineación de intereses entre inversores y dirección de la compañía. Permite el acceso a un universo de inversiones al que difícilmente se podría acceder de otro modo.

Se trata de inversiones a largo plazo de carácter cerrado. Esto es, los únicos reembolsos que se realizan a lo largo de la vida de las mismas son los obligatorios para efectuar las distribuciones a los partícipes. Que tienen como objetivo obtener un retorno capaz no sólo de compensar la iliquidez del vehículo, sino de generar rentabilidades atractivas en distintos entornos de mercado.

Se debe tener en cuenta que, dada la iliquidez y complejidad de la inversión, para su contratación es necesario ajustarse a unos requerimientos, entre otros, un capital mínimo a invertir y no sobrepasar ciertos porcentajes sobre el patrimonio financiero total.