Etapas en los Ciclos de Mercado

Cuando una persona invierte, comúnmente experimenta un sinfín de emociones a lo largo del proceso de inversión. Este ciclo es cambiante, y conocido como las “Etapas en los Ciclos de Mercado”, y se clasifican en tres fases, las cuales van ligadas a diversos estados de ánimo por los cuales va a pasar el inversionista.

Es un ciclo que va desde sentimientos positivos, de alegría y felicidad, hasta sentimientos desfavorables, como desesperación y tristeza. Podemos encontrar dos puntos máximos en este proceso: el mayor riesgo financiero y la mayor oportunidad financiera, ambos dos caras de una misma moneda que se encuentran relacionados.

A continuación veremos más a fondo cada etapa:

Etapa 1. Optimismo, excitación, emoción y euforia

En un comienzo, el inversionista empieza con optimismo, con un sentimiento de esperanza a medida que evidencia como se van cumpliendo las expectativas. Es inevitable no entusiasmarse con la posibilidad de obtener rendimientos que vayan en crecimiento o con la noticia de que los rendimientos actuales están superando las expectativas. A causa de ello se llega a la cima de este primer ciclo en la cual el inversionista atraviesa por un estado de euforia y entusiasmo.

Etapa 2. Complacencia, ansiedad, negación, temor

Esta etapa comienza cuando el mercado deja de cumplir nuestras expectativas y empieza a mostrar resultados que no esperábamos. En primera instancia los inversionistas observan ansiosamente el mercado en busca de señales de dirección, pero pronto la ansiedad causada por la incertidumbre se convierte en negación y rápidamente en miedo a medida que disminuye el valor de las inversiones.

Es en este punto en el que varios inversionistas comenzarán a actuar a la defensiva y pueden pensar en retirar sus activos.

Desesperación, pánico, abatimiento

Esta continuación de la segunda etapa acarrea pánico en los inversores, lo que causa que se retiren por completo del mercado debido a que evidencian una continua caída del mercado, esta salida puede ser un error ya que genera que se materialice la pérdida, es decir, que haya una pérdida real sobre la inversión que inicialmente realizaron.

Pero no todos los inversionistas deciden abandonar el barco, algunos esperan que los mercados eventualmente se recuperen. Irónicamente, en estos momentos, un inversionista comúnmente no reconocerá  la oportunidad  de realizar la mayor inversión, ya que se encuentra el punto de máxima oportunidad financiera.

Etapa 3. Aceptación, alivio, optimismo

Como última etapa, los inversionistas pueden experimentar cierto escepticismo cuando los mercados comienzan a subir, a menudo tienen un sentido de precaución o preocupación, se preguntan si el crecimiento del mercado durará, y pueden ser reacios a invertir dinero en el mercado en un momento en que los precios aún son relativamente bajos y las oportunidades son atractivas.

Finalmente, debido a una lenta recuperación del mercado, los inversores vuelven a tener esperanza y comienzan a invertir su capital con la vista en un futuro prometedor de sus inversiones; y por supuesto el ciclo comienza de nuevo.

CONCLUSIÓN

Como inversionistas, podemos ser fácilmente afectados y persuadidos por las señales que nos da el mercado. Esto puede suceder forma positiva o negativa, lo cual afecta directamente nuestras inversiones y el cómo las administramos. Como lo evidenciamos anteriormente, una mala señal del mercado no debe ser cabida a un repentino retiro del dinero, todo lo contrario, puede suceder que las rentabilidades no sean las esperadas o que el monto que invertí vaya disminuyendo constantemente, pero todo es momentáneo, y se debe tener paciencia pensando a largo plazo, se debe actuar estratégicamente y entendiendo que muchas veces retirar o cancelar la totalidad de un fondo en los inicios del proceso es materializar la perdida lo cual es aún más perjudicial para el inversionista.