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Situación de los mercados Marzo 2021

Paula García Rojas

06 de abril de 2021

Nuevamente marzo vuelve hacer un mes de alta volatilidad en los mercados financieros principalmente en los activos de renta fija, pero a diferencia del año anterior donde se esperaba un entorno de desaceleración económica, este año la volatilidad es consecuencia de una expectativa de recuperación en forma de “V” apoyada por el proceso acelerado de vacunación y los programas de estímulo en especial en Estados Unidos. No obstante, las nuevas restricciones, una creciente ola de infecciones por COVID-19 y una campaña de vacunación mejorable, están afectando a los mercados europeos. Por su parte, los activos en renta variable tuvieron un buen comportamiento.

Entorno Global

Después de las revisiones al alza en los crecimientos económicos estimados en países tales como China, Corea del Sur, Filipinas, aquellos que componen la eurozona, México, Colombia y Perú, el consenso de analistas estima ahora un crecimiento global cercano al 6% en 2021. Si tenemos en cuenta que venimos de un retroceso del 3,3% del PIB mundial en 2020, la peor recesión global desde la Segunda Guerra Mundial, estas previsiones implican una recuperación mucho más fuerte que la que se produjo después de la Gran Crisis Financiera de 2008- 2009. El repunte está siendo impulsado por China y Estados Unidos, cuyas economías se vieron relativamente menos afectadas durante 2020 y se espera que crezcan un 8,5% y 5,6%, respectivamente, en 2021. China no sólo ha superado su nivel de PIB anterior a la pandemia de COVID, sino que ya se ubica por la trayectoria que marca el PIB de largo plazo. Asimismo, mejorará de forma sustancial el comportamiento de aquellas economías con fuertes vínculos comerciales con estos dos gigantes económicos.

En Estados Unidos los datos económicos continuaron mejorando como el empleo, donde en febrero se evidenció un aumento significativo en la creación de empleo con 379 mil nuevos puestos de trabajo, mientras que en el sector privado se crearon 465 mil y la tasa de desempleo cayó a 6,20% desde 6,30%. Todos estos eventos se han traducido en la expectativa que el aumento en la inflación no sea un efecto transitorio sino que sea de manera permanente, obligando a la Reserva Federal a subir rápidamente las tasas de interés. De esta manera, la curva de los tesoros americanos se ha empinado fuertemente con una desvalorización de 31,5 pbs, en su referencia de 10 años, hasta alcanzar un máximo desde enero de 2020 al 1,7742%. Sin embargo, esto va en contravía de la posición de la FED, que en cabeza de Jerome Powell ha manifestado en varias oportunidades que no tienen planes de subir los tipos de interés antes de tiempo sino hasta el 2023 a pesar que se espere un fuerte crecimiento económico para este año (6.4% anual) y que esto pueda generar presiones inflacionarias por encima de sus objetivos y aseguró que este no es el momento y que a medida que se avance sustancialmente hacía sus objetivos se reducirá gradualmente la cantidad de compras mensuales de bonos que actualmente se sitúan en 120 mil millones de dólares. Por su parte, Yellen junto a Powell enviaron un mensaje de optimismo al Senado estadounidense, aunque insistieron en el largo camino de normalización que tiene por delante la economía del país.

Entre tanto, en Estados Unidos se aprobó el paquete de ayudas por USD 1,9 billones, realizando pagos directos por USD 1.400 a los ciudadanos, transferencias a gobiernos estatales y locales, nuevos subsidios de seguro médico y créditos fiscales para hijos, un plan de financiación para la lucha contra el covid-19 y la extensión de los subsidios de desempleo suplementarios hasta septiembre.

En cuanto al Banco Central Europeo decidió mantener la tasa de interés en el rango de 0,00% – 0,25%, mientras que la tasa de facilidad de depósito se mantuvo en -0,50%. El BCE espera mantener estos tipos de interés o incluso reducirlos hasta que se observe una convergencia a la senda de inflación cercana al 2,00%. De igual manera se decidió mantener tanto las compras netas de activos en EUR 20 billones mensuales, como las del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) por EUR 1,85 billones al menos hasta marzo de 2022, adicionalmente el Consejo Europeo espera que el ritmo de compras del PEPP durante el próximo trimestre sea significativamente más alto que en los primeros meses del año.

Por su parte, el Banco Central de Japón realizó una serie de ajustes en sus políticas monetarias, incluida una ampliación de la banda de su objetivo de rendimiento de los bonos soberanos a 10 años, establecida en el 0,00%. Las decisiones de los bancos centrales de Brasil, Turquía y Rusia, por su parte, destacaron los desafíos para las autoridades monetarias de los países emergentes, si la apreciación del dólar conduce a continuas salidas de capital e inflación importada. Las decisiones de Turquía y de Brasil de subir más de lo que esperaban los mercados y el alza sorpresa de Rusia dan testimonio de esto. Las circunstancias específicas de cada país varían, pero su postura proactiva fue impulsada esencialmente por la necesidad de estabilizar sus divisas a la luz de las presiones recientes.

Por otro parte, en la última reunión de la OPEP+ se tomó la decisión de congelar la producción en marzo y abril. Frente a la votación se conoció que todos los países miembro excepto Rusia y Kazajstán estuvieron de acuerdo con la medida, por lo que Rusia aumentará la producción a 130 mil bpd y Kazajstán a 20 mil bpd, teniendo en cuenta sus dinámicas de consumo estacional. De igual manera, Arabia Saudita aceptó voluntariamente reducir la producción en un millón de barriles por día en abril de 2021.

Entorno Local

Los activos colombianos no fueros ajenos al comportamiento en los mercados internacionales, especialmente los activos de renta fija y dólar, que presentaron un desempeño negativo, principalmente explicado por la subida en la tasa de rendimientos de los tesoros americanos, y por dos temas relevantes a nivel local, el primero la presentación de la actualización del Marco Fiscal de Mediano Plazo; y la segundo, la alta expectativa por la presentación de la plan fiscal, que finalmente evidencian la preocupación del mercado por la situación fiscal del país, que de continuar así podría obligar a las calificadoras a retirar el grado de inversión, y de un mayor emisión de deuda pública.

En el marco del Plan Financiero 2021 el Gobierno anunció que el déficit fiscal del país será del 8,6 % a cierre de 2021, mayor frente al pronosticado en el 2020 de 5,1%, mientras que se resalta que para el 2020 este se ubicó por debajo de lo esperado en el 7,8% frente 8,2%. Lo anterior se debe a que algunos gastos de la emergencia por Covid-19 continúan por la mayor duración de la pandemia. Las principales fuentes para financiar el déficit son COP 45,1 billones por fuentes externas y COP 55 billones por desembolsos internos. En estos últimos se contemplan emisiones Internas y sindicaciones por COP 42 billones. Además, se espera que la deuda consolidada suba al 60 % del PIB.

En las últimas dos semanas el Gobierno se ha manifestado sobre la propuesta que se presentará la primera semana de abril al Senado y la Cámara denominada, Proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible que buscará un recaudo de COP 25,4 billones, distribuidos de la siguiente manera: COP 16,8 billones por impuestos a las personas naturales, COP 10,5 billones por cuenta del IVA y COP 3 billones de por modificaciones a los impuestos a las personas jurídicas. Si bien este recaudo suma COP 30,3 billones, es necesario descontar COP 5,1 billones que corresponden a un saldo negativo del incremento en el Sistema General de Participaciones. En cuanto a los usos, el Gobierno destinaría COP 7,6 billones anuales para Ingreso Solidario, COP 0,4 billones a los programas de primer empleo y matricula cero, y COP 1,5 billones anuales para la ampliación del programa de compensación del IVA. Con esta propuesta inicial se busca recaudar el 2,2% del PIB. No obstante, es importante resaltar que este será un proceso largo y que en el intermedio podrá tener modificaciones, que a su vez podrían generar volatilidad en el mercado.

Ante estas noticias la calificadora Fitch Ratings anunció que la revisión de la calificación crediticia de Colombia se hará después de que se apruebe un proyecto de reforma fiscal, de manera que se tenga un panorama fiscal más claro, tanto del plan de acción del Gobierno, como la revisión de las perspectivas de crecimiento y de la regla fiscal. Por su parte, Moody`s anunció que revisará la calificación a finales de este año o a principios de 2022. Ahora bien, frente a lo presentado en el Plan Financiero 2021 la calificadora dijo que las nuevas proyecciones de déficit, deuda y crecimiento muestran un deterioro de las métricas del país y que la reforma fiscal que se debatirá en los próximos meses es de gran importancia para la trayectoria de las métricas, para reducir el déficit y para la calificación crediticia.

Por otro lado, el Ministerio de Hacienda completó el primer canje de deuda pública interna de 2021, por COP 4,3 billones de pesos. En particular, se sustituyeron TES en pesos con vencimiento a 2022 por TES en pesos y UVR con vencimiento entre 2029 y 2037. El Ministerio de Hacienda afirmó que con esta operación se contribuyó a mejorar el perfil de la deuda pública interna del país, extendiendo la vida media de la deuda de 8,29 años a 8,43 años, y reduciendo el cupón promedio del portafolio de 6,69% a 6,68%, sin un impacto sobre el endeudamiento neto. Entre tanto, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial mejoraron la proyección de crecimiento para 2021 de 5,1% del PIB y 4,9%, respectivamente.

El comportamiento en los precios (IPC) fue positivo en febrero ubicándose en 0,64% y dejando la medida anual en 1.56%, por debajo de las expectativas del mercado. Los componentes que registraron una mayor variación fueron Educación con 3,56%, Prendas de vestir y calzado con 1,82%, mientras que Información y comunicación tuvo una variación de negativa del -0,09%. En cuanto a la política monetaria, la Junta Directiva del BanRep decidió por unanimidad mantener la tasa de intervención en 1,75%. Decisión que tuvo en cuenta una inflación anual, las expectativas de inflación estables en un promedio de 2,7% y 3,1% para finales de 2021 y 2022 respectivamente, un pronóstico de crecimiento de 5,2% para 2021 que fue revisado al alza desde 4,5%, indicadores de mercado laboral aun débiles, además de las condiciones de liquidez y solvencia favorables en el sistema financiero. De igual manera, la decisión de mantener la tasa estable se dio en gran medida por la confianza de que el Congreso apruebe el programa de ajuste fiscal que lleve una recuperar la senda sostenible de las finanzas públicas y que será clave para el comportamiento de la tasa de interés en los próximos meses.

Los eventos antes mencionados llevaron a un comportamiento negativo en los activos locales. La curva de rendimientos de TES tasa Fija se empinó producto de una mayor desvalorización de la parte media y larga de 96,5 pbs en promedio, mientras que la corta subió 68 pbs. Por su parte, la curva de TES UVR se desvalorizó en promedio 55 pbs. Se destaca igualmente un aumento en el riesgo de crédito país, que medido por el CDS de 10 años paso a niveles de 194 puntos después de estar al inicio del mes en 180 puntos. Con respecto a la deuda privada, la curva en tasa fija siguió el mismo comportamiento de los TES, con un aumento promedio de 110 pbs. En cuanto a la tasa de cambio durante marzo se depreció 14 pesos, pero con un alta volatilidad de 238 pesos, con un máximo de COP 3.755, explicado por un menor apetito por los activos de riesgo por los agentes offshore.

Con relación al mercado de acciones local, el comportamiento fue similar a los otros activos locales y presentó una caída de 3.14%. Las acciones que más se valorizaron fueron Ecopetrol con 5,16% seguida por Grupo Energía de Bogotá con 4,26% y Canacol con 2,76%, mientras que las acciones con mayores pérdidas fueron Grupo Argos con -11,43%, Cemento Argos con 10,75% y Bancolombia ordinaria con 8,44%.

Estrategia

En conclusión, tendremos que ver si los datos macroeconómicos que conoceremos en las próximas semanas en Estados Unidos refuerzan las expectativas de despegue económico y, en este caso, el efecto que tienen dichas expectativas sobre los mercados de bonos. En el caso de que se confirmen las buenas previsiones, debemos estar preparados para un nuevo impulso en los rendimientos de la deuda soberana y para una rotación sectorial adicional hacia las empresas cíclicas y el estilo “value”, que están mejor posicionadas para beneficiarse de la gran recuperación del PIB estadounidense.

A nivel local, el movimiento en la deuda pública ha sido mayor en comparación con otros países de la región, por lo cual consideramos que ha incorporado la alta incertidumbre de lo que pueda ocurrir con la reforma fiscal y el movimiento de los bonos de Estados unidos. Sin embargo, la volatilidad podría continuar en la medida que la tasa de rendimientos de los tesoros americanos continúe al alza y se estabilice. En este sentido, para nuestros fondos se mantendrán exposiciones mayores en liquidez, altas calidades crediticias, principalmente en títulos indexados a la inflación bajo la expectativa de una recuperación gradual de la economía y duraciones promedio a las evidenciadas históricamente en los fondos, en búsqueda de disminuir la volatilidad en los mismos.