¿Cómo enfrentarse a las nuevas preferencias de sostenibilidad del test de idoneidad?

El último paso adoptado en el paquete de medidas legislativas de la Unión Europea sobre financiación sostenible es la incorporación, desde el agosto de 2022, de las preferencias de sostenibilidad en el test de idoneidad de MiFID. Esta es la Acción 4ª del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Unión Europea.

Según MiFID, los asesores deben realizar una evaluación de idoneidad antes de recomendar un producto. Esto implica en primer lugar conocer al cliente: sus conocimientos de inversión, situación financiera, objetivos de inversión, etc. A continuación, implica conocer los productos de inversión, sus objetivos, riesgos, rendimientos, gastos, etc.

En función del perfil del cliente y de sus objetivos de inversión, el asesor puede recomendar un producto que sea adecuado.

Lo que ha cambiado en el test de idoneidad de MiFID, a partir de 2 agosto de 2022, es que los asesores deben incluir una consideración adicional sobre si los clientes tienen preferencias de sostenibilidad. El cliente puede expresar esas preferencias de una de estas tres formas o de una combinación de las tres:

• El porcentaje de alineación de un producto con la Taxonomía de la Unión Europea.
• El porcentaje de la asignación de un producto a inversiones sostenibles, según se define en el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR).
• La consideración de los principales impactos adversos (PIAS), indicadores que buscan recoger los efectos materiales negativos que las inversiones tienen sobre el medio ambiente y/o la sociedad.

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Dificultades prácticas en el arranque para valorar las preferencias de sostenibilidad en el test de idoneidad

El orden de entrada en vigor de las distintas piezas de la normativa de la UE hace que en la actualidad el proceso se verá dificultado por las lagunas de datos.

En concreto, la opción de la alineación con la taxonomía será difícil de comunicar para los productos y para los asesores. También habrá algunas lagunas en la información relativa los PIAS, ya que la información de las empresas sobre estos indicadores empezará a ser obligatoria en fases, a partir de 2024 (con la Directiva sobre información de sostenibilidad empresarial).

Por otro lado, la definición de Inversión Sostenible en el Reglamento de Divulgación (SFDR) está abierta a la interpretación, por lo que las metodologías detrás de las cifras reportadas para la segunda opción serán diferentes.

¿Qué pueden hacer los asesores ante esta situación?

Los asesores deberán explicar lo anterior a sus clientes antes de que comience la conversación sobre las preferencias de sostenibilidad. Será importante ayudar a los clientes particulares a entender los diferentes conceptos y lo que se intenta captar con ellos, ya que probablemente esos clientes no estén familiarizados con ellos.

Los propios asesores podrían tener que examinar qué productos están disponibles, como reportan las tres opciones de preferencias de Sostenibilidad, la cobertura de los datos, cualquier diferencia de enfoque o los niveles en las distintas clases de activos, geografías y sectores.

Los asesores también deben tener presente que estas tres opciones de expresar las preferencias de Sostenibilidad, vistas aisladamente una por una, únicamente podrían ofrecer una imagen incompleta de un producto y no captarían en toda su dimensión el objetivo de inversión del producto, el proceso, las características de sostenibilidad que promueve o los objetivos sostenibles que persigue (en los casos de productos con objetivo/s sostenibles).

¿Cuáles son los pasos a dar por los asesores a la hora de abordar las preferencias de sostenibilidad y de que herramientas de ayuda disponen?

Los asesores seguirán teniendo que recopilar toda la información para evaluar la situación del cliente, su situación financiera, cuál es su nivel de conocimiento y experiencia, y sus objetivos de inversión.

El siguiente paso sería explicar al cliente qué son los factores ASG (medioambientales, sociales y de gobernanza) y las diferentes formas en que pueden expresarse.

Los asesores también deberían exponer la diferencia entre los productos con enfoque de sostenibilidad y los productos que no tienen ese enfoque.

Una vez establecido el escenario, los asesores pasarían a la pregunta propiamente dicha: ¿Tiene usted preferencias en materia de sostenibilidad? Sí o no» (ver aquí siguientes pasos)

Una de las herramientas clave a disposición de los asesores para ayudarles a filtrar y elegir los productos adecuados en función de las preferencias expresadas por sus clientes es la Plantilla Europea ESG (EET). En ella se reúnen todos los datos ESG (Ambientales, Sociales y Gobierno Corporativo) útiles y necesarios para que los distribuidores puedan tener en cuenta los requisitos normativos y responder a ellos.

Aunque esta herramienta EET es voluntaria, podría llegar a ser el principal medio a través del cual los “fabricantes” de productos puedan informar sobre las tres opciones de preferencia de sostenibilidad en sus productos.

La lectura de este artículo, junto con MIFID-II y las preferencias de sostenibilidad en el test de idoneidad y Preferencias de sostenibilidad en el test de idoneidad será válido por 1 hora de formación continua para la recertificación EIA, EIP, EFA, EFP, CPD, CFA, CAd, EFPA ESG Advisor y SER. Puedes encontrar el test en la página de EFPA España y en la página de CFA Society Spain.