Qué tipos de ETF existen y a quién van dirigidos

Los ETFs (Exchange Traded Funds) o fondos cotizados, son instrumentos de inversión híbridos entre los fondos y las acciones, conjugando, al mismo tiempo, la diversificación que ofrece la cartera de un fondo de inversión con la flexibilidad que supone poder entrar y salir de ese fondo con una simple operación de Bolsa.

Los ETFs son, por tanto, fondos de inversión cuyas participaciones se negocian y liquidan exactamente igual que las acciones. Otra característica fundamental de los ETFs es que son fondos indexados: es decir, su política de inversión consiste en replicar el comportamiento de un determinado índice de referencia.

Tipos de fondos cotizados

Hay varias formas de distinguir los ETFs: según el tipo de activo en el que invierten, o bien según el subyacente sea sintético o físico.

Tipos de ETFs según su asset allocation

Los ETFs o fondos cotizados se pueden distinguir entre ellos según el tipo de activo en el que invierten, existiendo estos tipos:

• ETF de renta variable
• ETF de renta fija
• ETF de activos alternativos (como materias primas, inmuebles).

Los ETF más grandes son aquellos que se referencian a las bolsas más importantes del mundo, es decir, los que replican un índice bursátil de renta variable como el Standard & Poor’s 500, el MSCI World, el MSCI ACWI o el Stoxx 600.

Los ETFs más grandes del mundo son el ETF SPDR S&P 500 (primer ETF de la historia en crearse) y el ETF iShares S&P 500.

No obstante, existen una gran variedad de fondos cotizados que permiten operar con materias más específicas como índices de renta fija, índices nacionales, índices monetarios, regionales, índices según capitalización bursátil.

ETFs sintéticos y ETFs físicos

Los ETFs físicos son los que tienen el activo subyacente en la cartera de forma física (por ejemplo, acciones u materias primas físicas) o con un título garantizado.

Los ETFs sintéticos mantienen en su cartera derivados financieros (ejemplo, un futuro sobre un índice o un futuro sobre materias primas).

Por otro lado, los llamados ETFs inversos operan de manera opuesta al índice que referencian, es decir, obtienen beneficios cuando los índices bajan.

¿A qué personas van dirigidos los ETFs?

Inicialmente, los fondos cotizados fueron creados para la negociación por parte de inversores profesionales. Fue el caso del SPDR S&P 500, primer fondo cotizado de la historia creado en EEUU en 1993.

En cambio, su evolución ha hecho que en los ETF inviertan todo tipo de inversores, tanto institucionales como pequeños inversores particulares (minoristas).

Dado que los ETF tienen comisiones muy bajas, al ser mayoritariamente fondos de gestión pasiva, cada vez se utilizan más para inversores principiantes, ya que pueden comprar un fondo que replica el comportamiento de un índice internacional y olvidarse de tener que hacer una gestión activa.

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